Utilizo a propósito la palabra ilegal, porque algunos vinculan el concepto de dinero sucio solamente a dinero proveniente del narcotráfico, esto es correcto pero también aplica a todas las demás actividades que «generan» dinero pero que son ilícitas. Incluye, por ejemplo, robos al sector privado, al sector público, evasión fiscal, coimas, contrabando, tráfico de personas, de armas, dinero de secuestros, comercio de cualquier tipo de sustancia o mercadería prohibida.
Como esto no se ve normalmente, sí lo vemos bien retratado en muchas películas –muy reales por cierto– donde se entrega el famoso maletín con dinero en efectivo. Por la necesidad de que el pago del crimen no deje rastros, obviamente nunca una operación ilegal se paga con cheque o con tarjeta de crédito, todo lo que es sucio se hace con dinero en efectivo. Este dinero en efectivo sucio debe ser «lavado» y para ello debe atravesar por 3 etapas.
La 1ra etapa del lavador es tratar de deshacerse de los billetes y transformarlo en algo más limpio. Es el momento más difícil, porque puede surgir la pregunta: «¿De dónde sacaste eso?». Esta primera etapa se llama: Colocación. Los criminales buscan normalmente ubicar ese dinero en un lugar donde sea «aceptable y normal» que circule efectivo (solo a modo de ejemplo –sin acusar a nadie– los lugares que primero vienen a la mente para colocar efectivo son las transacciones de compra de vehículos en playas de autos no muy reconocidas… «me gusta este coche, lo llevo, tengo efectivo»).
También muchas transacciones inmobiliarias entre desconocidos –donde al momento de firmar la transferencia el vendedor dice «prefiero dinero en efectivo para asegurar que el cheque de la compra no sea un cheque sin fondos». Luego, los bancos y financieras como justificación por el depósito reciben copia del contrato de compra-venta o la escritura, y ya está la primera etapa cerrada. Es lamentablemente brillante. Ojo que estas compras pueden ser perfectamente legales y con dinero limpio, solo que es muy difícil, para el que recibe, diferenciar el origen de los fondos, de ahí la dificultad de prevenir.
La 2da etapa para «lavar dinero sucio» es conocida como: Estratificación (cuando ese dinero en efectivo que está depositado en una cuenta empieza a repartirse en varias partes o en varios negocios). Notar que si se junta mucho en una sola cuenta, ello puede causar sospechas de las entidades que operan con seriedad y con buena intención. Es tan grande el movimiento de dinero que la única forma de controlar esto es mediante un software que detecta algún movimiento como sospechoso, y para que sea sospechoso es necesario que las empresas que reciban estos fondos conozcan a su cliente y decidan firmemente no aceptar dentro de sus empresas dinero de fuentes ilícitas. Esto es algo muy difícil de hacer y requiere principalmente el compromiso de los dueños y de la alta gerencia.
La 3ra etapa denominada Integración es aún más difícil de «pillar» y denunciar. Aquí el dinero sucio ya se ha convertido finalmente en acciones de empresas comerciales, las cuales ya están generando efectivo por el propio giro del negocio. La gran pregunta es cómo hizo el accionista de esta empresa para juntar el suficiente dinero para comprar esas acciones. Parar el lavado de dinero en la etapa de integración ya es prácticamente imposible, porque las acciones ya se compran con dinero que ha pasado por las etapas 1 y 2, por ende estas acciones de empresas ya se compran con cheque bancario o con transferencias electrónicas interbancarias, inclusive de bancos internacionales.